Como saber si tengo condromalacia rotuliana

Condromalacia rotuliana dieta
La condromalacia rotuliana es una afección frecuente de la rodilla en la que el cartílago de la parte posterior de la rótula se reblandece y se daña. La condromalacia causa dolor en la parte anterior de la rodilla, hinchazón y chasquidos al mover la rodilla. Suele afectar a personas jóvenes, sanas y a menudo deportistas, y afecta con mayor frecuencia a adolescentes y adultos jóvenes. La condromalacia es más frecuente en mujeres que en hombres. La condromalacia rotuliana suele diagnosticarse erróneamente como rodilla de corredor, que en realidad es un problema relacionado con el movimiento de la rótula y no con el cartílago en sí.
La rótula está recubierta por el cartílago más grueso de todo el cuerpo, que: No sólo ayuda a proteger la articulación de la rodilla, sino que también ayuda a los músculos del cuádriceps a trabajar con mayor eficacia, reduciendo la cantidad de fuerza necesaria para mover la rodilla.
La condromalacia rotuliana está causada por un problema en el movimiento de la rótula. En lugar de deslizarse suavemente hacia arriba y hacia abajo en el surco rotuliano, se desplaza ligeramente, rozando contra el borde del surco y provocando fricción. Esto provoca pequeños desgarros en el cartílago que se inflaman y causan dolor. Las causas más comunes de la condromalacia rotuliana son:
¿A qué edad aparece la condromalacia rotuliana?
Los pacientes afectados por condromalacia rotuliana son jóvenes, de entre 15 y 35 años, y muchos son muy activos y suelen estar considerablemente incapacitados por los síntomas de dolor detrás de la rótula, derrame recurrente de la rodilla, inestabilidad de la rodilla y crepitación.
¿Dónde siente el dolor de la condromalacia?
Síntomas de la condromalacia
Los síntomas se caracterizan por un dolor sordo alrededor de la parte delantera de la articulación de la rodilla, detrás de la rótula. Este dolor suele empeorar al subir o bajar escaleras o al permanecer sentado en una misma posición durante mucho tiempo, lo que a menudo deja las rodillas rígidas.
Tratamientos de la condromalacia rotuliana
El cartílago situado bajo la rótula es un amortiguador natural, y el uso excesivo, las lesiones y muchos otros factores pueden provocar un mayor deterioro y rotura del cartílago. El cartílago deja de ser liso y, por tanto, el movimiento y el uso resultan muy dolorosos[1]. Aunque suele afectar a personas jóvenes que practican deportes activos, también afecta a adultos mayores que trabajan demasiado la rodilla[2][3].
La condromalacia rotuliana se utiliza a veces como sinónimo del síndrome de dolor patelofemoral[4]. Sin embargo, existe un consenso general en que el síndrome de dolor patelofemoral sólo se aplica a individuos sin daños en el cartílago[4][5]. Esta afección también se conoce como condrosis[6][7][8][9]. El término se traduce literalmente como reblandecimiento (malakia) del cartílago (chondros) detrás de la rótula en griego. [10]
La afección puede ser el resultado de una lesión aguda de la rótula o de una fricción crónica entre la rótula y una ranura del fémur por la que pasa durante la flexión de la rodilla[11]. Entre las posibles causas se incluyen una banda iliotibial tensa, neuromas, bursitis, uso excesivo, mala alineación, inestabilidad central y mal seguimiento rotuliano[cita requerida].
¿Es bueno caminar para la condromalacia rotuliana?
La rótula es un pequeño hueso situado en la parte delantera de la articulación de la rodilla. La parte inferior de la rótula está cubierta por un cartílago que permite el deslizamiento suave de la rodilla con el movimiento. El uso excesivo o la mala alineación de la rótula pueden provocar el desgaste del cartílago.
La condromalacia rotuliana es una afección caracterizada por el reblandecimiento, debilitamiento y deterioro del cartílago. Es más frecuente en atletas jóvenes y adultos mayores con artritis de rodilla. Es más frecuente en mujeres.
No existe una razón explícita por la que se produzcan daños en el cartílago. Sin embargo, se asocia a una mala alineación de la rodilla o a un desequilibrio en la tensión de los músculos que la sujetan. El uso excesivo de la rodilla en determinadas actividades deportivas puede provocar el desgaste del cartílago. Esto puede provocar el roce o el rechinamiento de la rótula en lugar de que se deslice suavemente sobre la articulación de la rodilla.
Su cirujano le realizará una exploración física aplicando presión en distintas zonas de la rodilla y moviendo la pierna en distintas posiciones. Es posible que le pidan que se someta a pruebas de imagen, como radiografías simples, una radiografía del horizonte/sol y, posiblemente, una tomografía computarizada o una resonancia magnética para obtener imágenes detalladas de los huesos y los tejidos blandos de la articulación de la rodilla.
Natación con condromalacia
Las articulaciones del cuerpo están amortiguadas por un tipo de tejido denominado cartílago articular. Este tejido duro y gomoso recubre los extremos de los huesos en el interior de una articulación. Cuando la articulación se mueve, el cartílago ayuda a amortiguar los huesos y permite que se deslicen suavemente unos contra otros.
A veces, el cartílago del interior de una articulación se reblandece y se rompe. Esta afección se denomina condromalacia. El cartílago pierde su capacidad de proteger los extremos de los huesos cuando la articulación se mueve. Los extremos de los huesos pueden rozarse, causando dolor.
La condromalacia puede afectar a cualquier articulación, pero la localización más común es la parte inferior de la rótula; cuando afecta a la rodilla, esta afección se denomina condromalacia rotuliana. Suele comenzar como una pequeña zona de cartílago reblandecido detrás de la rótula que puede resultar dolorosa. Con el tiempo, el cartílago se reblandece en mayor medida, y el cartílago reblandecido puede agrietarse o fragmentarse en una masa de fibras. En casos graves, el cartílago dañado puede desgastarse por completo, hasta la superficie inferior de la rótula. Si esto ocurre, la superficie ósea expuesta de la rótula puede rozar dolorosamente contra otros huesos de la rodilla. Además, los trozos de cartílago pueden flotar dentro de la articulación, irritando aún más las células que la recubren. En respuesta, estas células pueden producir líquido adicional dentro de la articulación (lo que se denomina derrame articular).